13 de mayo de 2015

Etapa Sarria-Melide

Inicio a las 08:00 horas, de la mañana.
Distancia recorrida 60  kilómetros  270 metros.  
Duración etapa   7 horas  20 minutos
Temperatura salida Sarria  10 grados, temperatura llegada Melide  22  grados.
La etapa a priori era tranquila, si bien los 15 primeros kilómetros hasta Ferreiros, abundaron  los falsos llanos y breves repechos, no pudiendo mantener un ritmo constante por la orografía ondulada y los cambios frecuentes del suelo, al tiempo en algunos tramos de la etapa he tenido viento de frente que me ralentizaba la marcha. 

La temperatura es agradable, a estas horas de la mañana, poco a poco voy pedaleando por el centro de Sarria, observo bastantes peregrinos desayunando en las terrazas de los bares, sus mochilas, las conchas, los bastones, pero lo que más me llama la atención  es , la alegría que  expresan, nos vamos saludando, unos me contestan en español y otros muchos en extranjero, pero creo que en el camino  todos hablamos el mismo idioma.  Voy llegando  a  las afueras,   y me he debido contagiar de los otros peregrinos, ya que noto en mi rostro una gran sonrisa. 

En Sarria, la presencia de peregrinos es mayor que en ningún otro sitio y el motivo no es otro que,  la coincidencia de los que vienen realizando el camino desde el inicio y los que se suman desde esta localidad, ya que obtienen la "compostela" los que recorren los últimos 100 kilómetros a pie.                                                     

Paso por delante de lo que fue la prisión preventiva  de Sarria ( del 1930 a 1950),  actualmente museo.


Cruceiro mirador Sarria

Junto a la prisión preventiva, se encuentra  el mirador de la ciudad, desde el cual y a estas horas de la mañana, el sol comienza a iluminar el camino se encuentran este "cruceiro",   y el escudo de la ciudad de Sarria.
Preciosas vistas de la ciudad. 

Escudo Sarria 

Puente Aspera y rio Celeiro
Puente Aspera
A un kilometro se encuentra el puente da Aspera sobre el rio Celeiro,  afluente del río Sarria. 



                                              

Arroyo 
 Junto a pequeños prados y huertas particulares , paso bajo un viaducto para cruzar las vías del tren.  Tras ellas salvo un arroyo gracias a una pasarela de madera, el curso del agua relajante da paso a  un duro repecho por camino de tierra y piedras y envuelto por soberbios y preciosos castaños, que me llevará a As Paredes. 

Se agradece este refrigerio de zumos y frutas que ofrecen  una pareja de peregrinos, sin cobrar nada, solo piden la voluntad. Por cierto, sellan la credencial!!!!!!!!. Inmejorable lugar para disfrutar de un zumo. Esto es el camino.
Peregrinos reponiendo fuerzas junto al castaño

Cascada entre Vilei y Barbadelo
Tras abandonar As Paredes, continúo por el camino de tierra, entre muros de piedra, espectaculares castaños, prados verdes y  pequeñas cascadas, y con cuidado de  poner los pies en las balsas de agua, voy atravesando las parroquias de Vilei, Barbadelo, Mercado da Serra, Peruscallo ( observando algunos horreos al fondo) Cortiñas, Lavandeira,  Brea,  y de esta manera, tan preciosa llego al mojón de los 100 kilómetros, coronado de piedras y bañado con graffitis, que pena, verlo así con los grafittis.

Camino piedras
Muros de piedra
Mojón 100 km.

Sigo disfrutando de estos parajes, mientras me encuentro haciendo  fotografías, pasa Javi de Alcorcón,  junto a sus tres amigos, se detiene y nos saludamos.
Hablamos de como esta transcurriendo la etapa y me dice que ellos la están disfrutando con estos, toboganes, aunque me reconoce que también nota tanta subida y bajada. Se sonríe picaron, diciéndome, "estoy disfrutando como un niño pequeño, con el agua y las piedras". Le comento que yo estoy disfrutando  también mucho, pero de otra manera, jajajajajja,  le doy las gracias por estos minutos  de conversación y a los pocos minutos desaparece entre los árboles, que crack el Javi. 

Aldea de Vilacha


Esta aldea de Vilachá, tiene un mirador, sobre los cañones del río Sil, siendo conocida por sus bodegas, de las más antiguas de la península ibérica. En ellas se celebran el primer domingo de mayo, la cata de vino de Vilachá. 




Río Miño, con su puente

Desde Vilachá, en descenso constante durante unos 2.3 km, llego hasta el río Miño. Con su puente de más de 350 metros de longitud, una vez cruzado me adentra en Portomarín, localidad de fachadas blancas y tejados grises. 
La entrada, caminando se hace por uno de los arcos del viejo  puente romano medieval, reconstruido para asentar una escalinata y colocar una pequeña capilla. 







Embalse Belesar
Pantano artificial, creado en 1963 en el río Miño ( el más grande de este río), entre los municipios de Taboada, Chantada, Saviñao, Paradela, Paramo, Guntin y Portomarín. Su capacidad es de 655 Hm cúbicos, ocupando una extensión de  1910 Hectáreas y con una cola de 50 km de largo.  





                                          
Capilla Virgen  de las Nieves
Arco del viejo puente romano y capilla
                                            
Subiendo por las escalinatas que me llevan a la capilla  Virgen de las Nieves, justo tras cruzar el puente  sobre el río Miño.  La ciudad, antigua, formada por dos barrios, San Nicolás y San Pedro está sumergida en el embalse de Belesar. El pueblo se reconstruyó de nuevo en 1960 en una ladera segura. 


Con mi camiseta de Bicigrino, subiendo la escalinata hacia la capilla Virgen de las Nieves  y detrás de mi el puente romano y el río Miño.
Escalinata que conduce a  la pequeña capilla.

Iglesia Fortaleza San Nicolás





La iglesia fortaleza de San Nicolás, erigida por los monjes-caballeros de la orden de San Juan de  Jerusalém en el siglo XII, se desmontó piedra a piedra  de su ubicación original, y para ser reedificada en la plaza de su nuevo asentamiento. Algunas de las piedras conservan grabadas el numero  y la letra con las que las identificaban para posteriormente , ponerlas de nuevo en la misma posición. 
La iglesia consta de una nave con cinco tramos cubiertos de bóveda de crucería. Sus torres presentan remate almenado. 
Tuve suerte y come estaba  abierta, accedí a su interior y  permanecí   unos minutos  reflexionando.    Posteriormente,  vi una chica sentada junto a una mesa, la cual sellaba las credenciales.


Al  ir a retomar mi camino y cuando  de nuevo pasaba  por delante de las escaleras del arco medieval, me saludaron Juanjo y Jose de Manresa, los cuales  estaban comiendo unos bocadillos para reponer fuerzas,  no podían escoger mejor sitio, con el río Miño frente a ellos. Me detuve y compartimos un rato de charla.
Al poco en ese lugar, parecía que hubiéramos hecho una quedada de ciclistas, llegaron  Tomás de Bicigrino, con su grupo de brasileños,  Javi de Alcorcón con sus amigos, y un grupo de 15 ciclistas de Madrid,  con los que me había cruzado en los kilómetros anteriores, los cuales llevaban una furgoneta de apoyo y se pusieron a tomar líquidos y comer algo para reponer fuerzas.
Tras  despedirnos, no sin que antes Tomás me diera algún buen consejo del tramo que me quedaba, (que como en ocasiones anteriores le agradecí), empezaron continuar la  ruta Juanjo y Jose de Manresa y justo detrás  salieron Javi  de Alcorcón, con  sus amigos.

Cinco minutos después, salí yo, no sin antes despedirme del grupo de brasileños y de los de Madrid.

El camino, lo retomo por la carretera LU-633, ya que Tomás me ha comentado que hasta  Ventas de Narón,  hay unas subidas fuertes y que por la carretera  en bici me será más cómodo.  Menos mal, que subí por la carretera, la verdad es que el camino  de tierra tenía algunos tramos complicados. 

El hórreo y el  peregrino 
Durante la subida, cruzo los pueblos de Gonzar, Castromaior, Hospital da Cruz, Ventas de Naron, para llegar a Sierra de Ligonde. 

Paro  en alguna zona un poco más  llana, para poder inmortalizarme con un hórreo. Podéis comprobar estas pendientes, y no son muy duras.







Lo ves bien????
A partir de la sierra de Ligonde, dejo la carretera y me introduzco de nuevo por las "corredoiras" por las que poco a poco, voy quitando kilómetros a la etapa, y    cruzando por las parroquias de  tales como Ligonde, Airexe, Portos, Lestedo

Aunque parezca un abrevadero, no es para  mi "leonesa", jajajajjaj. Este cementerio de la derecha , me llamó la atención y le hice la foto, por que el acceso a  los nichos se hace desde la carretera, me sorprendió bastante.



Estoy en Palas de Rei, me quedan unos 15 kilómetros y como voy bien de tiempo, decido pararme un rato ante la iglesia de san Tirso, bajando con mi leonesa por las escalinatas, hasta el centro de pueblo.
Palas de Rei, en la  edad media, era un lugar importante donde solían juntarse los peregrinos para afrontar los últimos tramos de la ruta. Prueba de ello, es la riqueza artística de su Concello, en el que hay una veintena de iglesias románicas.


Frente a un hórreo de madera.
Cabazo de Leboreiro 

Continúo por San Xulian do Camiño, Pontecampaña, Casanova, O Coto y al llegar a Leboreiro, ( conocio en la antiguedad como Campus Leporarius, o campo de liebres),  me encuentro con este cabazo gigante.
El cabazo es un gran canasto circular hecho con palos entrelazados y cubierto de paja que apoyado en una base de piedra es utilizado para conservar el maíz, como los hórreos.






Ponte de Leboreiro
Ponte de Leboreiro

Cruzo el río Seco a través de este maravilloso " Ponte medieval de Leboreiro", ya estoy muy cerca de mi destino........  Melide. Merece la pena parar y disfrutar de este entorno.


Ponte de Furelos

 En la aldea de San Xoan de Furelos, antesala de Melide, me encuentro con otra maravilla, el Ponte de Furelos, por el que pasa el río Furelos, afluente de río Ulla,  

Y tras unos 500  metros, llego a Melide, fin de la etapa del día. Voy en busca del hotel, no me cuesta encontrarlo, está a la entrada de Melide en la carretera principal.                                                

Tras  una merecida ducha,  salgo a conocer un poco Melide, subiendo por la calle principal me encuentro con la capilla de San Roque, (original solo  se conserva la portada).  
Capilla San Roque Melide situada
 en la carretera principal.

Ayuntamiento de Melide
Tras preguntar a un parroquiano, llego hasta el  Ayuntamiento  de Melide, junto a este se encuentra la capilla de San Antonio. De aqui voy hacia el convento y la iglesia Sancti Spiritis, que esta en la misma plaza del ayuntamiento.
Tengo suerte y esta abierta. En ese momento se esta celebrando la eucaristía, decido quedarme hasta el final. Una vez finalizada la misa, sello mi credencial.
Paseo por diferentes calles, del pueblo, me paro en el bar Chaplin  y me tomo un refresco. Despues, compro unos melindres típicos de Melide, ummmm, qué ricos!!!!. No abusaré y guardaré unos pocos para  el día siguiente.

Iglesia y convento Sancti Spiritus
Me acerco al hotel dejo algunas cosas que he comprado y me preparo para ir a cenar, paso por delante de algunos bares y estan llenos, creo que esta jugando el Real Madrid, las semifinales de champions. yo a lo mío, mi etapa es cenar.
Voy a la pulperia  "A Garnacha", justo al lado esta la famosa pulpería Ezequiel. Me han recomendado  a Garnacha.  Al entrar me encuentro a Juanjo y Jose de Manresa, que están acabando de cenar  junto a otros tres peregrinos que han conocido.
Me invitan a sentarme con ellos,  necesito estar un poco tranquilo, les agradezco la invitación y me siento solo en una mesa.

Pido un caldo gallego, estaba genial, y una tabla pequeña de pulpo a feira con cachelos, buenísimo. He quedado lleno, un postre, cafe y......una copita de orujo gallego......jajajjajajja, que fuerte está !!!!!!!!
De regreso al hotel, me entero que el Madrid, no se ha clasificado para la final, mala suerte.
Llamo a Xisca,le cuento como cada día el desarrollo de mi etapa, con sus adversidades y alegrías, mientras hablo con ella, asomado por la ventana de la habitación observo que esta lloviendo, vaya mañana ultima etapa y pienso "tendré lluvia, se complicará el camino " ( no  le digo nada a Xisca, para que no se preocupe)

Voy a descansar, mañana estaré en Santiago....................cuantas emociones !!!!!!

BUEN CAMINO




1 comentario:

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